Casa de las Cayitas

Experiencia fantástica: Solo acabo de enterarme de este lugar. Las habitaciones parecen lo suficientemente grandes para una silla cómoda. Es increíble pensar que su principal arma era la sorpresa.....sorpresa y miedo. ..... sus dos armas eran miedo y sorpresa...y una eficiencia implacable.... Sus *tres* armas eran miedo, sorpresa y eficiencia implacable...y una devoción casi fanática al Papa.... Sus *cuatro*...no... *Entre* sus armas.... Entre su armamento...había elementos como miedo, sorpresa.... Volveré a entrar.

Experiencia positiva: Otro de nuestros lugares con un pasado más espeluznante es la Casa Cayitas de Alcantarilla. Un escudo con la cruz, la espada y el laurel anuncia que aquí estuvo instalado durante los siglos XVII y XVIII el Tribunal Comarcal de La Inquisición. En la actualidad, se encuentra ubicado el Archivo Municipal y se usa también como sala de exposiciones.

Experiencia negativa: Muchos son los recuerdos que me vienen a la cabeza de esta casa de mi familia, habitada por mi abuela Conchita y su hermana Cayita (de ahí la casa de las cayitas) en la que pasé los meses de verano junto a mis hermanos, hasta los once años cuando murió mi tía Cayita sentada en su mecedora y los vándalos nos fueron destrozando la casa (ya he leido de gente que se vanagloria de pasar sus fiestas asaltándola y encima hay que reirle las gracias) y como vivíamos fuera de Alcantarilla y no se podía atender como era debido ante tanto robo y asalto,se la quedó el ayuntamiento por un trato injusto y destrozando el huerto-jardín (que ahora es la plaza)en el que había ejemplares valiosos plantados por mi bisabuelo.Desde el huerto veía con admiración a los paracas en sus saltos de entrenamiento que me fascinaban. En la guerra fue ocupada por los militares del ejército rojo para darles vivienda a sus prostitutas a las que visitaban a diario y hacinaron a mi tia y a mi abuela(viuda) y sus dos hijos de 5 y 1 años a un par de habitaciones ,les cerraron el huerto también y como había hambre mis abuelas mandaban al niño de cinco años (mi padre) a robar por la noche, entre los alambres que les habían puesto, las hojas de las lechugas mas externas para que no se dieran cuenta los militares y sus concubinas, pues el castigo era severo.Y eso era lo que a veces comían. En fin,muchas historias...pero esa que circula de fantasmas os puedo asegurar que ninguno de mi familia los sintió ni los vió.

Experiencia positiva: Un ambiente entre dos bares en pleno jardín dentro del pueblo

Experiencia fantástica: Exposiciones itinerantes. El edificio en sí, merece la pena.

Experiencia fantástica: Muy buena remodelación

Experiencia negativa: Me gusto muchisimo.el problema es aparcar el coche.recomendable